top of page

MAD MAX 

Sin tele y sin cerveza, Max pierde la cabeza

Hace algo más de un año llegó al mercado la enésima adaptación de un rico universo nacido en otro medio tal como la literatura, el cómic o el que aquí nos concierne, el cine; tras ejemplos, de mayor o menor éxito y calidad, como , la trilogía de Batman de Rocksteady o los Star Wars desde Lucasarts hasta las siempre simpáticas obras de Travellers Tales con sus Lego : [Añada franquicia exitosa a continuación].

​

La obra de Avalanche tuvo la visión empresarial de un chimpancé al lanzarse al mercado al mismo tiempo que Kojima Game V, y es que la última obra de Metal Gear le robó cualquier protagonismo que pudiese tener, al contrario que lo que ocurrio con Sombras de Mordor; al que se ensalzó como una obra sobresaliente alabando sus virtudes, como si nunca hubiesemos visto algo parecido, y viendo que su competición en el mercado era nula, se recibió en la crítica especializada como una grata sorpresa e incluso candidato para muchos a juego del año. Pero estamos hablando de 2014, un año en el que Dragon Age Inquisition se alzó con el denostado galardón de GOTY; así que ya nos hacemos una idea de lo que supuso ese año en cuanto a calidad.

Mad Max es una saga que ha supuesto para el universo postapocalíptico lo que Blade Runner para la ciencia ficción; un estandarte que por suerte el año pasado volvió para reinventarse una vez más con una cinta rotunda que sin prescindir de la acción más palomitera y espectacular, tenía algo que contar y gracias a una fotografía soberbia y a un universo rico, profundo e increíblemente carismático nos regalaba una de las mejores películas de acción de todos los tiempos y mi película favorita del pasado 2015. Pero, ¿cómo iba a dejar Warner Bros de hacer dinero si podía sacar también una nueva entrega de Mad Max para consolas y PC? Con esta introducción más larga que de costumbre voy a empezar a hablaros de este SANDbox de ''supervivencia''.

Mad Max arranca con el fallido intento de imprimir épica con esta canción, Soul of a Men,  e irónicamente lo que más se echa en falta en esta obra es algo de carisma, de, valga la redundancia, alma, algo detrás del espectáculo de pandilocura al que asistimos en cada persecución, pelea o...bueno, tampoco es que haya mucho más. La obra de Avalanche no se define por tener precisamente una gran variedad de actividades ni por distribuirlas especialmente bien de cara a evitar el estancamiento en una fórmula que hemos visto mil veces, y a eso especialmente quiero llegar; Mad Max es el juego de mundo abierto número 24601 y aún así el ''sandbox Ubisoft'' de incontables señales en el mapa y argumento simplemente funcional ( casi todo el tiempo ) sigue estando vigente para gran parte del público a pesar de que a otros nos haya agotado tras ejemplos de dudosa calidad como Watch Dogs aunque también nos haya deparado sorpresas agradables como el divertido Sleeping Dogs.

​

Pero, ¿a qué grupo pertenece esta obra?, ¿es Mad Max un juego divertido que nos puede entretener a pesar de sus taras?, rotundamente sí, pero vamos por partes.

''Lo que más se echa en falta en esta obra es algo de carisma, de, valga la redundancia, alma, algo detrás del espectáculo de pandilocura al que asistimos''

Max es el eje narrativo de la obra como lo es también en el material en el que se basa, Avalanche lo usa para mostrarnos una retahíla no excesivamente extensa ( lo cual se agradece ) de secundarios con premisas que podrían explotar y darnos momentos memorables; desde Chumbucket, el ser que nos acompaña en el coche y que resulta ser junto a Max el personajes más desarrollado de la obra con su obsesión con el Magnum Opus, el coche que nos tocará domar dejando atrás por razones narrativas el mítico Interceptor, y su misión de satisfacer al Dios todopoderoso que le ha enviado un ángel para surcar las carreteras, hasta un loco que comanda una secta que ''arde en deseos'' de que el fuego se lleve todo por delante. Son personajes que plantean trasfondos que en un principio parecen interesantes pero que, salvo contadas excepciones, veremos lastrados por la imperiosa necesidad del videojuego moderno de priorizar cantidad y horas de ir pa'qui y pa'allá sin ningún motivo más allá del de convertirnos en el legendario recadero de la carretera.

​

Y los motivos para llevarnos de un lado para otro son en su mayoría parcos y nos dará exactamente igual cual es nuestro ''leit motiv'' porque las mécanicas que sustentan cada trayecto o combate son sólidas y visualmente espectaculares, pero que Mad Max prefiera establecerse en su cómodo sillón a ver los fuegos artificiales y las explosiones es triste cuando es sus últimos compases consigue establecer unas motivaciones personales para Max que funcionan fantásticamente y que implican al jugador muchísimo más sin renunciar a la espectacularidad de la que hace gala durante el resto de nuestro trayecto. Y cuando da la vuelta a su moneda y deja de intentar narrar alrededor de Max para centrarse en su psique en cuando nos otorga los mejores momentos sin ninguna duda que vamos a ver en este título; Max es un personaje con unos conflictos internos profundos y que en la última cinta de Miller no se explote es perfectamente entendible cuando tenemos delante a otro personaje como Furiosa que se puede comer el guión ella sola gracias a su desarrollo, pero cuando el elenco de reparto se basa en simples premisas inexploradas a propósito es cuando el guión no simplemente no juega con el espectador o se desarrolla de una forma remarcable, es que directamente nos limitamos a vagar por el hermoso páramo que Avalanche a cocinado a fuego lento para nosotros como una estatua de mármol, hermosa por fuera, pero hueca por dentro.

''Nos limitamos a vagar por el hermoso páramo que Avalanche a cocinado a fuego lento para nosotros como una estatua de mármol, hermosa por fuera, pero hueca por dentro.''

''Personajes que veremos lastrados por la imperiosa necesidad del videojuego moderno de priorizar cantidad y horas de ir pa'qui y pa'allá sin ningún motivo''

A pesar de estos fallos que atesora por falta de ambición hay que reconocerle méritos muy importantes a este Mad Max, y es que me ha tenido totalmente atrapado durante 35 horas gracias a su soberbio apartado visual, su robusto sistema de combate cuerpo a cuerpo pero sobretodo a la joya de la corona, adoro la conducción y las persecuciones que podemos degustar en el enorme yermo que tenemos a nuestra disposición. Los momentos de combate en nuestro vehículo son increíbles a nivel visual y sonoro y tremendamente satisfactorias a nivel mecánico; tanto el arpón, la escopeta, el truenarpón, son herramientas que funcionan perfectamente en unas ''cacerías'' que brillan por su brutalidad y su totalmente imprescindible sensación de velocidad que tenemos al reventar un coche y ver sus neumáticos volar en una orgía visual sin prescindir por supuesto de rios de sangre y miembros amputados de los pobres diablos que conducían el vehículo al tiempo que nosotros pasamos de largo entre las llamas para seguir nuestro camino. Y repito que a estos niveles de recompensa hacia el jugador por seguir en su universo este juego es realmente bueno, incluso cuando quizá se rompa la emoción por algún error de cámara durante nuestros encuentros a puños, pero al volver a nuestro coche, escuchar el rugido de nuestro motor V6 ( o V8 ) meter el turbo y sentir el viento fluir detrás de nuestros neúmaticos mientras Chumbucket grita de puro entusiasmo, es una de esas sensaciones que incitan a seguir recorriendo estas tierras.

​

Cuando comenzamos el juego no somos nada en absoluto, un simple vagabundo con un coche destartalado y deseo de venganza, pero es el sistema de progresión de nuestro vehículo, no el del propio Max en un intento extraño de ser un RPG, el que nos incita aún más a seguir con nuestro viaje consiguiendo chatarra y haciendo todas esas repetitivas tareas para convertirnos en alguien, funciona porque sentimos y vemos todos esos cambios que nos hacen sentir más poderosos, y al fin y al cabo, a pesar de que la supervivencia que debería ( e intenta ) tener es inútil y más un estorbo que un desafío, es en elementos como esta progresión personal donde vemos los elementos más pulidos y resaltables de una obra, por otro lado, notable.

''Las persecuciones brillan por su brutalidad y su totalmente imprescindible sensación de velocidad que tenemos al reventar un coche y ver sus neumáticos volar en una orgía visual...

...sin prescindir por supuesto de rios de sangre y miembros amputados de los pobres diablos que conducían el vehículo al tiempo que nosotros pasamos de largo entre las llamas para seguir nuestro camino.''

Al final el sabor que me ha dejado Mad Max es mucho más dulce de lo que pensaba, tantas cosas podrían haber salido mal que me sorprende que solo unas pocas hagan que este sea un conjunto con fuerza, que realmente merece la pena y que nos brindan una obra tremendamente disfrutable a pesar de sus claras taras que no empobrecen al resultado final en exceso, pero que a pesar de todo lo lastran suficientemente para ser una obra destacable y realmente buena a las puertas de convertirse en algo totalmente recomendable, o más aún, un título ejemplar.

7/10

bottom of page