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ANALISIS MAFIA III

 

O COMO LA INDUSTRIA MATA AL TALENTO

Grand Theft Auto V es irregular, y lo es debido a un guión fantástico en los primeros compases y bien definido en su primer tercio que comienza a decaer y acaba por los suelos en una obra que tenía todos los elementos que tan bien los hermanos Houser plasman en sus obras. El problema es que en la aventura de Niko Bellic (al contrario que la protagonizada por Michael, Trevor y Franklin) la repetición y ese ''pa' qui pa' allá'' constante que solemos ver repetido en cada nuevo mundo abierto que sale al mercado sí tenía sentido; Niko Bellic acababa de llegar a la Nueva York alternativa que Rockstar plantea y quería vivir el ''SUEÑO AMERICANO'' aunque eso significase recibir tareas de cualquiera que le ofreciese una cantidad mínima por ello. Grand Theft Auto IV hablaba sobre el gran ideal estadounidense y la cantidad de sueños rotos, crímenes y dualidad ética y moral de aquellos que pretenden lograr sus sueños cueste lo que cueste como foco principal de su elaborado guión.

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Por otra parte, 2 años después salió al mercado la adaptación de ''Goodfellas'', Mafia II; y esta referencia a la obra de Scorsese no es negativa, estamos hablando al fin y al cabo de una de las cintas más importantes en la filmografía de su director que además ocupa un hueco preferente en mi (si se puede denominar así) selecta lista de obras magnas del séptimo arte. La trama de Mafia II al fin y al cabo trataba de ser madura y de hablar de esa idealización de la banda del crimen organizado en los años 30 con un tono solemne y unos personajes que intentaban marcar al jugador gracias a su desarrollo; pero he aquí lo más importante de Mafia II respecto a su secuela (enseguida llegamos, no tengáis prisa); Mafia II hablaba sobre la repetición, Vito trataba de conseguir un trabajo estable en los muelles como antaño haría su padre y nos regalaban la fase más aburrida del título, no por falta de garra en diseño o mecánicas, sino por intereses narrativos que superaban en importancia, de cara al desarrollo de esta obra, a las bases puramente mecánicas. Soy un defensor en cierta medida de Mafia II, y no porque su guión me parezca excelso o su ambientación especialmente destacable, sino porque hace 6 años una producción de un presupuesto mediano tuvo la capacidad de arriesgarse y ofrecer una historia por encima del resto; esto va a tener detractores, lo sé, pero poco a poco vemos como el mercado busca a un público que no viene a este medio por una simple y llana diversión plana a base de disparos en la cabeza y gritos exacerbados o grafismos violentos, gente como un servidor busca en gran medida la capacidad de nuestro medio de contar historias y no simplemente separar las obras creadas por personas de cualquier capacidad humana no basada en la heroicidad o la tabula rasa mental de un marine musculado.

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Lincoln Clay es un personaje fantástico, y Mafia III es un juego cojonudo, en algunas cosas.

Mafia III es una recreación, y lo es ante todo porque pone a su contexto por encima de sus personajes en todo momento, Lincoln es importante, Donovan es importante, Giorgi, Sal, Vito, todos forman parte de un puzle que gira en torno al eje central que sustenta cada punto de su fantástico guión, New Bordeaux. Y es que Hangar 13 quiere meternos en su mundo, no en un universo postapocalíptico o presente, sino en una época tan apasionante como los convulsos años 60 en un país en vías de progreso y redescubrimiento como los Estados Unidos; la sociedad se tambalea al pensar en la fragilidad del hombre negro en un mundo regido por la disgregación y el racismo inherente al orden establecido, estamos hablando de Kennedy, Martin Luther King, la mafia negra, la lucha de clases y el pensamiento libre como base de un futuro que debe romper las cadenas de un pensamiento repulsivo, y Mafia III solamente deja las bases de su torre y se pierde en su historia de venganza.

 

Espera, ¿cómo que lo hace bien?, a ver, volvamos a empezar.

Mafia III no deja simplemente las bases de su torre, sino que construye sobre un sólido arranque unos muros que hacen al jugador un elemento más de su mundo, y que nos habla de los acontecimientos históricos más importantes de su soberbio contexto sin sobreexplicaciones ni dulcificaciones de un periodo crudo y tenso. Y si, Mafia III tiene errores en base a su trama como el añadir más relleno que la puta quinta temporada de Juego de Tronos, pero Mafia III es inteligente al presentar su información externa al jugador, porque no sitúa a esos personajes históricos para que los veamos como simples cameos en una trama ajena a nosotros, sino que los presenta de forma separada a la historia que se quiere contar acerca de Lincoln, pero en todo momento los tenemos presentes porque realmente su período histórico está reflejado a cada segundo que caminamos por las calles de su mundo, gracias a esto, consiguen fundir el contexto con el foco principal del guión y consiguen que vivamos en ese maravilloso entorno que son los años 60 estadounidenses.

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Y no solo eso, locales con prostitutas negras y clientes únicamente blancos que cambian tras nuestra toma de poder, un cuerpo policial que tarda en aparecer en los barrios negros pero que instantáneamente vemos en los distritos de mayor categoría, o un detalle brillante a nivel de diseño; Mafia III despoja al jugador de su libertad en determinados momentos para fundir su ciudad con su personaje principal y hacernos protagonistas del maltrato existente; habrá bares donde directamente no podremos estar porque el gerente nos echara amenazando con llamar  a la policía, algo que funciona de una forma fantástica a 2 niveles, tanto jugable, quitando los privilegios básicos al jugador por, vamos con la segunda, su narración, y como he dicho antes, fundimos contexto y mecánicas para un fin, la narrativa.

Por supuesto que al final nos limitaremos a hacer lo mismo una, y otra, y otra, y otra, y otra, y...es hora de hablar de lo malo, y permitidme decir que esto es bastante triste pero a Mafia III no le mata ni su ambición, ni falta de ganas o de talento, Mafia III encuentra el foco de sus problemas en intentar durar 40 horas, en ser un mundo abierto con secundarias, dar "CONTENIDO" y saciar la sed de "DIVERSIÓN" de un público medio que nada interesante encontraría en esta obra de no ser por su asqueroso, innecesario y malsano relleno. Mafia III repite su esquema jugable desde el comienzo hasta el final sin variar ni un solo ápice, y durante más de 30 horas nos vamos a ver dando vueltas con el único fin de avanzar en la trama, y siento tomar siempre el mismo ejemplo pero BIOSHOCK INFINITE HACIA ESTO, TODO EL RATO, el fin principal de Mafia III está claro a poco que observes, pero el diamante en bruto queda tapado tras capas y capas de repetición y nulo avance de un guión, por otro lado, sorprendentemente bien escrito y manejado.

"El diamante en bruto queda tapado tras capas y capas de repetición y nulo avance de un guión, por otro lado, sorprendentemente bien escrito y manejado."

Es una pena, una autentica pena, que una obra que quiere reflexionar sobre la sociedad americana, que representa de una forma tan fidedigna e inteligente la Nueva Orleans de 1961, con una banda sonora que se sale de los limites de calidad, y una interpretación y narración por encima de la media, se lastre de una forma tan exagerada debido a su nula ambición mecánica tratando de ser mas un sandbox de 2007 que una maduración de su interesante precuela; pero es que después de todo lo bueno que puedo decir de él, y que no os quede duda de que Mafia III es, desde el punto de vista de un servidor, una obra totalmente reivindicable, sus aspiraciones se ven frustradas por sus concesiones, y de nuevo, la industria y sus afiladas garras han degollado al ingenio, el dinero ha ganado otra vez, y la valentía, la capacidad para avanzar en nuestro medio se marchita en las grandes empresas mientras que son los pequeños los que deben tirar del carro del cambio, un carro que cada vez acelera con más fuerza y que esperemos, pueda llegar a deleitarnos con obras del calado social que Mafia III podría haber conseguido, pero que esa figura trajeada y encorvada nos ha vuelto a robar, una vez más el dedo tapa al brillante sol, y una vez más, el dinero ahoga al talento.

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6/10

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